viernes, 17 de agosto de 2018







espejos hacia dentro[1]

            recogeré hojas para ti
            hojas de generaciones pasadas que serán nuestro presente[2]
            

¡Arañando sombras para verte! ¿Qué se ficieron
de los fuegos encendidos de amadores? Arden las cenizas y el mar
en los recuerdos y las palabras.
 Se consumen y son desarraigo en los ásperos campos del amor. 
Y campean  cual  víboras en las olas
de todos  los días como el viento
en la cresta de un corazón: almas varadas
en  playas sin fantasía, las lunas  lloran en las mareas
las heridas de dos corazones sin pájaros que volar.

Y sin músicas acordadas, cual delfines varados
en  el papel del amor, el deseo ausente y sin alma
el cuerpo principal, como restos de un naufragio,
araño las sombras y una sonrisa en la memoria
con tu nombre como ejemplo de que todo es muerte
dentro del jarrón: agua esquilmada por una esperanza.  


[1] Este amor que no es uno. Blanca Llum Vidal.
[2] El temblor y la ráfaga.- Nuria Ruiz de Viñaspre.

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