viernes, 27 de julio de 2018






Viaducto.
                   ...  amor y besos sin cuento. C. de Castillejo.

Cuánto vacío hay en tus letras: lo absorben, indefinidas, y
hacen con él  la inconsciencia de vivir, el silencio ese tan largo
como el horizonte que limita el corazón. Donde se esconden,
de profundis, los pecados capitales y sus almas, las virtudes
cardinales: te dan la  imagen de nuestra condición.

¡El viaducto!  Tal la vida con tu nombre: la recta contra la sima
 del dolor, sus congojas y lo insólito,   como el miedo.
Y contra el abismo, tus barreras que son  disculpas 
como las intenciones, huellas  en el agua contra la infinitud:
horror a manos llenas, cual funámbulos en el tiempo, 
escondes la realidad en  los ojos que te visten
y nos regalan  amor y besos sin cuento, el aire
que respiramos;   son espejismos para  el recuerdo
cuando nos  pensamos algo  y  tu nos  regalas juguetes
que nos hacen niños y una ilusión,  como siempre.

lunes, 16 de julio de 2018






CONVIVENCIA

Que la piel de toro ha dejado de ser la forma de España, es público y notorio. Con el sistema democrático que nos define, España, gracias a Dios, se convierte en un gran campo de futbol donde lo más importante es la libertad de expresión con el griterío como recurso principal. Y que tiene como  base principal la misma lengua con la que se retuerce la ley o la que usamos  para tener enjaulada la democracia, como escriben los jóvenes poetas de ahora:"matómela un ballestero// dele Dios mal galardón". Por el contrario, de la que nadie se acuerda es de la libertad de pensamiento, fundamental para la convivencia social en una comunidad, desde la más pequeña a la de mayor entidad por el número de miembros que la integran. Porque en ochocientas almas, por ejemplo, caben muchos mundos, muchos sueños; multitud de fenómenos tienen cabida en cada individuo que forma parte de la misma: heroísmo y cobardía, traición y lealtad, buenos y malos momentos; hay quienes con su presencia  alteran el aire que respiran y por otros se cuela el tiempo para morir y ser olvidados. ¿Quieren Vds. un ejemplo para estas palabras? Pues ahí lo tienen: es queja común de la gente normal  en Pola el uso que algunos partidos políticos están haciendo de la redes sociales. Los escribidores de tantas necedades olvidan que quien habla o quien escribe, se delata y se confiesa; en este caso, son zafios personajillos que utilizan el anonimato para delatar su cainismo entre vecinos, y que usan la pseudoideología únicamente para dar rienda suelta a unas pasiones que,  en el común, dan como resultado esa violencia desatada que pone los pelos de punta a quien sufra a este pobre país como una penitencia. Es por lo que volver a votar a esos desalmados sirve para definirnos como dóciles estúpidos con excesiva libertad de expresión y ninguna libertad de pensamiento. Así  somos en este pueblo y así nos va, como es normal.  

lunes, 9 de julio de 2018



Parasimón
              
 ...  aquí talón sangrante del bárbaro Occidente
                                                             Blas de Otero.



Como siempre, en España, en Parasimón, eran balas de odio,
entintadas y malhadadas;  las víctimas, doce  inocentes
y el temor de haber sido y un futuro terror. Y   los verdugos,
en Parasimón, con el silencio   y las palabras  en la brisa
 de la memoria;   aquellos  verdugos, fills de puta ruines  d´Españya,
la del  miles gloriosus bajo palio, asesino, maquillado
por el odio y la indiferencia; los mismos que   hicieron, del olvido,
el amor  por la fuerza invicta de la sangre que riega
el silencio de los recuerdos, con la niebla como testigo .   

Porque, mal que les pese y como castigo ...

La victoria fue vuestra, muertos de Parasimón.  Apóstoles sin Jesús
en el proceloso mar de la violencia, la paz fue vuestra en la guerra
de los sueños: arañaban sombras mientras  el amor les rasgaba las entrañas.
Soñaban vuestros gritos y farfullaban, os veían. Erais sus hijos
y os desenterraban, os querían, azuzaban la memoria
de la vida en las pistolas;  lloraban como ratas en la oscuridad
 las centellas del cielo,  en Parasimón, vuestro gentilicio y
el mío; el de quienes con la palabra hacen la enseña
 de la victoria y entierran en la fosa, como  la vuestra,

todos los silencios que aviven las semillas del rencor. 



martes, 3 de julio de 2018




Ella está aquí, tras la letra, //hurgando entre líneas[1] ...



Como el  amor, sangrante, herida suturada por el tiempo y las palabras,
sin horario como el silencio , somos  sisellas  que nos zurean.
¡Ay! Como el amor, el  erizo íntimo del dolor, agarrotados
por un aire,  encadenados; y  en réplica al fuego que nos consume
en surcos  de agua y laurel, líbame,  azucena de caracol,
cala endiosada para mi tensón, ¡mi alma de algodón!.

Mi corazón:

arrebátenos el silencio antes que el olvido y háganos con  tu nombre
las mil flores  y semillas que serán mi nombre en quebradas calizas 
vírgenes de erosión, almizcladas  para olfato en la distancia. Como un aire,
nos vienen las brisas con los mensajes de la presencia y la distancia
en las lindes del corazón;  superviviente, ¿cuándo y dónde los horizontes?
Decidme, aguas y corrientes cristalinas, ¿dónde quien bebe vuestras sed?


Apagad la mía y con ella os dejo el aroma de la ausencia, sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía, la llama   y un dejeme entre las azucenas
olvidado:   el retorno  a la sombra de tus acebuches en jaspe sustentados
como plumón de  ciudad en tu vientre y mis recuerdos, golem de coral.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                


[1] Este amor que no es uno. Blanca llum Vidal.- Ed. ultramarinos. 2018