Puerta del silencio
¿Cómo salir del 
cielo que es azul como  una  naranja? ¿Como las nubes, 
a lágrima viva para 
que nunca falte a la noria 
el agua  como
palabra? Son  hijas de la tormenta  con vientos huracanados 
sin la cocción de los sentidos, una salmodia derramada.
¿Deambular como un roto corazón? ¿Qué nombre para
restañar una herida?
Un silencio de miel podría ser cual bordón donde asir una
esperanza 
en línea con el horizonte, el alma lisa y sin apellidos.
¡Qué gozo!
¿Y si hago del color un suelo firme donde senderos
innumerables
hacen posible un camino lleno de luz y de las horas del
día? Tal vez  las  imágenes 
 con mis dedos
forjan  los clavos donde asir los
resortes
 de la voluntad: la
 implosión que  arranca  las astillas del corazón. 
Y vuelta a empezar:
 ¿Cómo salir
del  cielo que es azul como una naranja?
¿Dejarse caer 
como pluma de sangre  en las garras 
del halcón? 
¡Nunca!
Contra las sombras,  con nuevos 
objetivos y  los pasos contados
para  el  esfuerzo final, un resorte y un punto firme 
como el pábilo, en el desierto, de la antorcha del amor:
la saltaera,  
la puerta del silencio , contra el viento, para volver a
empezar. 
