¿Te acordaste de mí cuando subías
al silencio que sufre la serpiente,
prisionera de grillos y de umbrías?[1] FG.Lorca
Reflexión para este sábado, 17 de
noviembre, a las 23.09
- Y tú no estás.
Con el ocre en las ventanas y un
letargo infantil a las puertas de la vida,
las hojas del otoño, cual violines,
caen en el corazón, palabras,
y buscan, volatineras, el calor
del recuerdo y el frescor de la memoria.
Y de repente, por la brisa, sale tu
nombre con pecho de golondrina
en la boca del tiempo. Como una broma
del vivir. Como esta luz mortecina
que nos refugia en el silencio y nos
obliga al diálogo con las sombras
de unos pasos que hacen de nosotros
un camino y la sonrisa
del verso el amor es
ortopédico/ porque es susceptible de ser desmontado[2].
[1] Sonetos del amor oscuro.- F. García Lorca.
[2] El resplandor y la ráfaga.-Nuria Ruiz de Viñaspre