viernes, 30 de abril de 2021

                     

 

Un olmo viejo

Sin petulancia, arropado en el silencio,
y mil palabras a la espera, en el horizonte, ,
el viejo olmo,
alma de mis ojos,  me regala 
el color, la esperanza  y un dardo:
el cordojo.
La pena en el corazón.
 
No importa. Si añadir a  la vetusta
travesía invernal, intemporal
por añeja, la imagen de su primavera,
¿ cuánto del amor es vida
en la edad tardía
como brisas y más que una esperanza?
 
Como siempre, ayer y mañana,
sin tiempo, un olmo viejo
y su floración, en mi primavera.
 

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