Hablar enamorado
Todo muta, hasta las palabras
son el alma de la miel.
Permanece todo como ancla en la palabra y la vida
se repite como noria del amor. No hay muerte ni dudas
ni caos, nada es finito, todo permanece más allá de
la memoria y del recuerdo: hablar enamorado.
Las sonrisas, remolinos y silencios con
los dedos en tu piel
más los suspiros, son vértice del deseo. En prisión
de soledad hasta la llegada de tu nombre, corazón,
contigo, amor, sin sombras en las pupilas,
todo gira como la luz, un discurso interminable.
Y para siempre, con tu nombre en el centro,
hablar enamorado es la vida sin flecos, y tu y yo.
Nosotros y los
pronombres y barcos de papel en un mar
apacible, un aire sereno y la infinita unión
de vocales que sirven para masticar el tiempo.
Y los días perderán, entonces, el sabor de las horas,
perderán sus trenzas y nos dejarán, por siempre,
el hablar enamorado, como eco eterno, vacío de nada.
Permanece todo como ancla en la palabra y la vida
se repite como noria del amor. No hay muerte ni dudas
ni caos, nada es finito, todo permanece más allá de
la memoria y del recuerdo: hablar enamorado.
más los suspiros, son vértice del deseo. En prisión
de soledad hasta la llegada de tu nombre, corazón,
contigo, amor, sin sombras en las pupilas,
todo gira como la luz, un discurso interminable.
Y para siempre, con tu nombre en el centro,
hablar enamorado es la vida sin flecos, y tu y yo.
apacible, un aire sereno y la infinita unión
de vocales que sirven para masticar el tiempo.
Y los días perderán, entonces, el sabor de las horas,
perderán sus trenzas y nos dejarán, por siempre,
el hablar enamorado, como eco eterno, vacío de nada.
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