V A C Í O
en el silencio; y la tristeza limpia de pecados,
sin retorno y sin remedio, tal vez mañana.
la luz de de tu nombre en la memoria
sin tiempo ajeno al olvido, con tu marca y una sonrisa.
pompas efímeras de jabón. Y mañana es lágrima de papel
que tiene un color de ceniza de la nada.
con el silencio cómplice del verso,
apenas un respiro y entonces el Amor y pan
y la niña[1] que me desvela los mimbres del corazón.
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