sábado, 1 de noviembre de 2025

 

 

DE OTRA MANERA

 

Quimérico. En soledad y  fatídico, lo que no sean recuerdos
me atenaza e imposibilita. Un alma de Giacometti, en bronce de papel,
y la vida en forma de corazón, tintineante con las letras de tu nombre.
 
Descoloridas, pasa el tiempo impúdico del día a día y más de lo mismo,
en el aire como un vacío:  ya no restan ni letras ni sombras de tu figura
para asirte y pensarte de otra manera; ceñida a una pupila, me pierdes
en tu desvaída  finitud, etérea. Así no más y dicho sin acritud: a sílabas
cuntadas, vivo de mil palabras ajenas a la nostalgia y a tu indiferencia.
 
Por eso  me creo y  porque Dios es azul; como los días que me habitan
y los sueños que me sueñan o los pasos que me arrastran: ávida
luz de la memoria y vívidos colores contra los sones de la tristeza.
 
Y  ya en el otoño, me abren la vida sus colores, nunca preámbulo
de nada: si esperamos el silencio, una pátina de esperanza
nos sonrie camino del convencimiento: de otra manera.

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