Tenemos problemas de limpieza: el poema colgado por Nadina en el corcho que está a la entrada de la biblioteca, y que alguien cuelga en su blog como propio, tiene errores. Posiblemente provocados por una traducción apresurada.Pero ella no se rinde. Menos limpieza y más escritura: otro color de la tinta, otro bolígrafo, papel diferente y modelo de escritura más claro para el mismo texto. Lo tiene claro: pese a las tentaciones de la firma, sigue en sus trece con la idea tan diferente de saber no ser nadie. Empieza de nuevo el trabajo mientras silba una nana rusa.
Aunque sean pocas las diferencias, insiste en dejarlo.
C I R C E
¡Los deseos, Circe!
En tus deseos, Circe, el corazón de los sueños.
Los deseos, Circe, que retratan,
fieros, a quien reza infernales
pasiones grabadas por mastines en los
espejos del alma: lo sabes.
¡Domesticas el miedo! Para ti, son violines los truenos,
látigos implacables
Tus airadas palabras. Diamantes que horadan las simas de una
Pasión encainada.
¡Los deseos, Circe!
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