- Homenaje a quienes, sin palabras para su vida, sufrieron las iras de tantas tormentas que el destino les deparó. A Maria los vientos de guerra la dejaron viuda y sola e indefensa ante un muro que era todo bestialismo y violencia: el ámbito rural. Huelgan otros comentarios que no sea este poema.
SIN APELLIDOS: La poesía tiene una
sola realidad: el sufrimiento
- María Colasa.
Tierra
con odio abonada
Es tierra de angustia y
hambre
¿Qué del amor si no
odio, cuando la guerra? Rompía el cielo
Y las súplicas de tu
corazón ojeaban el hambre,
La soledad y miseria.
Aullaba el plomo, y las entrañas sorbían aire
Sin pan y con
lágrimas. Xuncías, segabas y llorabas la
secha del alba,
Antes del amanecer: y
nunca llegaba.
Eran ojos fruncidos,
manos sarmentosas; hilo y dedal, en la cárcel,
Sin esperanza… ¿Qué
de la vida después de la guerra?
Un nombre sin alas,
desmochado, fue tu condena,
El plomo en tus alas,
el camino al Ícaro
Del responso civil.
I m´explicava , como si fos un conte,
el
día que els soldats es van endur
la
seva mare per afusellar-la
a
l´alba contra el mur del cementeri..- Joan Margarit[1]
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