Viaducto.
... amor y
besos sin cuento. C. de Castillejo.
Cuánto vacío hay en tus letras: lo absorben, indefinidas,
y
hacen con él la
inconsciencia de vivir, el silencio ese tan largo
como el horizonte que limita el corazón. Donde se
esconden,
de profundis, los pecados capitales y sus almas, las
virtudes
cardinales: te dan la imagen de nuestra condición.
¡El viaducto! Tal
la vida con tu nombre: la recta contra la sima
del dolor, sus
congojas y lo insólito, como el miedo.
Y contra el abismo, tus barreras que son disculpas
como las intenciones, huellas en el agua contra la infinitud:
horror a manos llenas, cual funámbulos en el tiempo,
escondes la realidad en los ojos que te visten
y nos regalan amor
y besos sin cuento, el aire
que respiramos; son espejismos para el recuerdo
cuando nos pensamos algo y tu nos regalas juguetes
que nos hacen niños y una ilusión, como siempre.