espejos hacia dentro[1]
recogeré hojas para ti
hojas de generaciones pasadas que
serán nuestro presente[2]
¡Arañando sombras para
verte! ¿Qué se ficieron
de los fuegos encendidos de
amadores? Arden las cenizas y el mar
en los recuerdos y las
palabras.
Se consumen y son desarraigo en los ásperos
campos del amor.
Y campean cual
víboras en las olas
de todos los días como el viento
en la cresta de un corazón:
almas varadas
en playas sin fantasía, las lunas lloran en las mareas
las heridas de dos
corazones sin pájaros que volar.
Y sin músicas acordadas, cual
delfines varados
en el papel del amor, el deseo ausente y sin alma
el cuerpo principal, como
restos de un naufragio,
araño las sombras y una
sonrisa en la memoria
con tu nombre como ejemplo
de que todo es muerte
dentro del jarrón: agua esquilmada
por una esperanza.
[1] Este amor que no es uno. Blanca Llum Vidal.
[2] El temblor y la ráfaga.- Nuria Ruiz de Viñaspre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario