Objetos
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido. JL. BOrges
Al tacto,
vienen los recuerdos, se deslizan por la memoria
como el agua en el caño,
silenciosa.Me llevan a los nombres
que me pueblan como si fuese
almas sin palabras.
No las necesito. Ellos son
el camino que transitan
las ganas de vivir cuando
los veo o los vivo con la mirada:
entonces
me traen la sonrisa inquieta y deformada por el roce
con las dudas que nos
corroen como carcoma cuando
un hálito asoma al predio
de la esperanza. Imposible.
A su manera, cada cual y
su circunstancia, me hacen
propio y sugerencia de
un tiempo de miel y colmena
si me tantean con su
presencia: adolescente sin ideas,
son mías las esquinas del
verano con olor de yerba
y salobres; con marcas del ciego sol, la sed
y las fatigas, su
dolor. Sin nombrar las estocadas
en el alma, cicatrices en la vida de un misal.
En fin, tantos nombres y
nubes cuelgan ya de la memoria
que son mi nombre cuando al tacto, hacen gala
de su fuerza contra el
olvido, como el mañana:
mis objetos.
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