Invernada
Este viento amigo, como las palabras, me trae
lo recóndito del olvido, su silencio. Y viste los
horizontes
por el color de mis sentimientos: que si unos ojos
de terciopelo laurel, abre, entonces, la cajita
para buscar el
ebúrneo contorno
de tu sonrisa. ¿Qué color, pues, cuando mi amigo
llega del norte, encogido por una esperanza?
UN bermellón rodea mis
sentidos
y tiñe, impávido y
sin recato, el deseo que brota
de las gélidas entrañas de la nada.
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