Homenaje a
Fernando Fueyo el día 31 de enero de 2022
Sin poder cuantificar los años del principio de nuestra
amistad, de todos esos años y de tantos días, salen las palabras que vienen a
continuación.
l.- A Fernando,
como compañero de viaje, lo sostenían tres principios que caractizaron su
trayectoria vital y artística:
- La lealtad a los amigos y a sí mismo, con el respeto
como ingrediente principal
- La fidelidad a su vida de artista, con la confianza en
sí mismo como principal recurso.
- El orgullo de ser artista con todos los inconvenientes.
Y que marcaba profundamente su relación con los admiradores de su obra pues
Fernando nunca pedía, ofrecía para recibir.
Por eso como homenaje de despedida escribí para él este
texto:
Despedida
A las aladas almas de las rosas ….M.H.
Óbito cruel el tuyo, Fernando. Y triste:
se han roto las palabras y lloran tu silencio.
Tus árboles, como
sombras, desolados: el tacto …
¿dónde tus manos que eran sus ojos, Fernando?
No hay colores para
el consuelo; te llaman, impostan
su voz, y con sutil delicadeza,
se prestan a las brisas para tu inspiración.
Suaves y delicadas
como tu sonrisa, las pinceladas
son los dedos del
silencio, un toque ligero
para un nombre y su eternidad, Valentín
:
acunará tu alma en el sueño de la vida, un sueño
profundo como sus raíces
y lo fue tu amor.
ooooooooooooooooooooooo
Pero como estamos aquí para rescatar al Fernando artista
y creador de belleza, trataremos de desentrañar sus valores como pintor y que
se pueden observar en sus cuadros, cualquiera sea el tema por él desarrollado.
2.- Fernando, como artista, tenía un amplio bagaje
cultural y profundo del que hacía gala cuando explicaba cada uno de sus cuadros
al público expectante que lo escuchaba. Por ejemplo, el inglés Turner, con sus espectaculares
tormentas y la luz que impregnaba sus cuadros era uno de sus modelos; o el
japonés Hokusai, el pintor de "la gran ola de Kanagawa"; y en
especial, los haikús con sus diecisiete silabas en tres versos de cinco, siete
y cinco silabas: Fernando era un profundo admirador de la cultura japonesa.
Sin embargo, para
profundizar en su obra, (temas, colores y técnicas ) y para definirle como un maestro de la
acuarela, hay que traer a colación el
verso de Horacio, el poeta latino, quien escribe en la Epístola ad Pisones
el verso que, en la historia del arte y de la literatura, es un un faro que
impregna la cultura del Renacimiento y que llega hasta nuestros días. El libro
"A la pintura" de Alberti, es un ejemplo de lo que decimos, en
especial el poema dedicado a "El Bosco"
Pues bien, el verso es
UT PICTURA POESIS. Puesto en castellano su contenido, Horacio
afirma que pintura y literatura siempre
han estado unidas en el alma del artista. Y para que tengan como referencia un
cuadro donde se puede ver perfectamente esta relación, el "Nacimiento de
la primavera", de Botticelli, es un buen ejemplo de esa simbiosis entre
estas dos manifestaciones artísticas cuyo fin principal es crear belleza. Con
otras palabras,
si tomamos este verso de Horacio como referente, cuando
observamos un cuadro de Fernando, siempre encontraremos ese toque poético que
lo diferencia en profundidad del simple retratista. Fernando no es un
retratista de la naturaleza, es un maestro de la acuarela que hace poesía
cuando pinta: y se explica porque detrás del
Fernando pintor, había una formación literaria, filosófica(Bautman era
el último de sus lecturas), histórica o científica. Sus trabajos sobre
Atapuerca están ahí y corroboran
nuestras afirmaciones. Como el mural sobre el origen del hombre en la
naturaleza o la acuarela sobre seda que recrea la Mezquita de Córdoba" y
que está en un palacio de Arabia
Saudí; y que se reproduce en la portada
de la novela "El arquitecto de los cielos", en traducción española. Y además, como maestro
internacional de la acuarela, hay que reconocer su conocimiento, a la
perfección, del secreto de los colores y de los pinceles. Un tema tan sencillo
como unas hojas del otoño es todo un poema comparable al soneto del Espronceda
que dice
Marchitas
ya las juveniles flores,
nublado el sol de la esperanza mía,
hora tras hora cuento, y mi agonía
crecen, y mi ansiedad y mis dolores.
Sobre terso cristal, ricos colores
pinta alegre, tal vez, mi fantasía,
cuando la dura realidad sombría
mancha el cristal y empaña sus fulgores.
Los ojos
vuelvo en incesante anhelo,
y gira en torno indiferente el mundo
y en torno gira indiferente el cielo.
A ti las
quejas de mi mal profundo,
hermosa sin ventura, yo te envío.
Mis versos son tu corazón y el mío.
-Mi
Fernando se emocionaba cuando le recitaba el texto y le recordaba sus hojas
otoñales-
Por eso
le escribí para una exposición suya, con las piedras del mar como protagonistas,
estas palabras:
POÉTICA
Desde su aristocrática soledad
y encerrado en silencio, el pintor saca a la luz, con su
peculiar cromatismo, los sutilísimos colores que las simas del Cantábrico
elaboran en los fondos removidos por las olas, sin descanso. Fernando Fueyo abre las puertas de su
sensibilidad a nuestros sentidos que se admiran de tanta belleza como hay en
cada piedra que resucita en la playa de Xagó. Y con temas que requieren de su
extraordinaria maestría para que las huellas del agua sean más modelo de
belleza platónica que regocijo para la vista. De ahí nuestra sugerencia:
a quienes la contemplen, busquen en ellas la conjunción perfecta entre filosofía y pintura porque los temas de las
mismas, profundamente poéticos, son tanto para leer como para extasiarse ante
la maestría de sus pinceladas.
-
Discúlpenme si les digo para terminar que con su muerte, se me rompió un hilo
muy fino con el arte y con la vida. Gracias.