martes, 31 de enero de 2023

 Este poema de Mariluz Escribano, poetisa granadina que tampoco llegó a los libros de texto de Lázaro Carreter, que Dios acoja en su seno. Este poema es un ejemplo de que la literatura permite comprender el significado de la vida: su padre fue fusilado, cuando ella tenia meses, por los mismos que fusilaron a LOrca, y a tantos. No es de extrañar que como mujer pida para este pobre país PAZ Y MEMORIA


Necesario es decir que mi madre cantaba.

Yo no sé si cantaba para olvidar escombros,

ruinas,

muertes,

tristeza,

guerras,

hombres,

palabras,

telarañas del tiempo,

sangre no regresada,

pero yo la miraba desde el patio llovido,

sentada en la terraza,

cuando el otoño alzaba una luz de madera,

y pensaba: es mi madre,

definitivamente,

y mi madre es mi casa.

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