domingo, 1 de diciembre de 2024

 Allí donde sólo hay manos muy baratas en trabajos muy duros, yo me aprendo esas manos muyde memoria: dedo a dedo, alianza por alianza, uña a uña, cada falange, cada vena abandonada asu suerte, cada pliegue de la piel, cada forma delicada de los dedos.


- El poeta escribe en prosa sobre la poesía que tienen las manos de las cajeras. Las
cajeras de Alimerka, Carrefour o Mercadona. Son manos personales para objetos
indefinidos, crónica de mundos infinitos y frágiles como el cristal, bajo un cielo
quemante de neón.

Con mil versos en las manos, es porque tus dedos son dedos que saben llorar, dedos
que saben reír y dedos que saben decir lo que dicta el corazón. Con las marcas de
una ilusión y de una resistencia.
Aunque no lean a Manuel Vila.


- Homenaje a I. Montero y a todas esas cajeras con su amable sonrisa tras un cansancio feroz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario