Manriqueña
Despertaremos
como si el sueño no fuera
un
plazo que se cobra la muerte
y
la vigilia
el
alquiler de una casa en ruinas.
Toño Benavides.
... de los fuegos
y aquellas palabras, invictas, de gravilla,
víctimas de la
risa contra las piedras y sus astrolabios contra el cristal
que nace en tu pecho
contra el aire y la rueda
en la bicicleta de
charol que te rompe la desgana y el amor.
encendidos
como en todas las guerras y sus alejandros, los recuentos
de heridos y sus
bucles del dolor son una pira donde arden
todas las muescas,
en vida, del corazón: kilómetros en ansias
y velocidad,
melifican la memoria con el olvido y el mañana como una libación.
de amadores cual
guirnaldas, como sombras quemantes sin la llama del miedo a la
soledad.
Ya sabes: tenemos
las estridentes risas, y nuestras, que hablan
del odio con la
ternura, y sus tactos, marcas invisibles,
intangibles e
imborrables de los nombres del común
en propios, por
vanidad y sin sentido: el premio por la voracidad de la nada.
¿Qué se
ficieron del reloj y su efímero tiempo, la oscuridad; con el
toque de oración,
hasta los tocados e
çimeras son la impotencia
vestida en el polvo
por los cascos de los caballos y su tonante anfitrión?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario