Abrir los ojos para embotar los sentidos y encontrar una razón para ver volver, es un privilegio de quien conoce los nombres de los árboles por sus flores:
"Dulcemente trágico, dolorosamente feliz, luminosamente oscuro, hondamente claro, oscuramente solar"...palabras del poeta, amigo, J.Manuel sobre este texto ¡Cómo me prestan y alegran!
"Dulcemente trágico, dolorosamente feliz, luminosamente oscuro, hondamente claro, oscuramente solar"...palabras del poeta, amigo, J.Manuel sobre este texto ¡Cómo me prestan y alegran!
ESPINERA.
sube al Espino,/ al alto
Espino donde está su tierra.
Antonio Machado.
Arrebatado. Blanco en fuego con tanta flor como brisas
a la comba cimbrean tu perfume de azul y de miradas por mi corazón
que te busca en la
sístole de tu armonía floral: no hay números
para la prisión que son tus flores en el abanico que retrae
tus brotes a una esperanza. Grito último, estertor de vida, cuando
los mil dedos de los árboles que te viven rozan el perfil
de
la sonrisa en tus labios, esbozan, entonces, como final de lo que fue,
un estruendo de vida y color: su floración. Como la tuya
cual regalo que les hace seguir en el fruto como el tuyo cuando seas
una procesión de vientos y soles de luz y color. Más de
la vida
en esta permanente contradicción a la que nos obligas cuando mis pasos
son el descanso de la retina encendida por tu presencia
flamígera
en el blanco de tus ramitas, los alambres de mis abejas.
Sin tiempo, en el recuerdo del vestido que te orna en
el mayo florido,
espero. Y te pienso en la invernal cual
asidera donde asientas
tus fuerzas para volver. Quiero el retorno en tu ámbito y
me hago presente
con el deseo de ti contra todo: primavera tarda/¡ pero es tan dulce y bella cuando llega!
¿ Cuántas pueden ser antes de que conmigo vayas donde
habita el olvido?
Vaciar contigo el alma de una palabra es vivir siempre
para volver. ¡O lo que sea!
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