viernes, 30 de marzo de 2018
miércoles, 28 de marzo de 2018
Merodeas
Las palabras y tus dedos... cuando hablan,
son esquinas del
silencio, vacías. Desconocen
el hambre del amor; mejor, ni lo intentan
porque no saben
abrir ni el pomo de la puerta.
Habitáculo sin luz y
sin formas, tu alma
es campo yermo como réquiem áfono
y el sueño de la pereza, juntos. Nunca se sabe.
Rotación sin vértice tu corazón, ocultas el color
de los pasos que marcan tus intenciones.
Y aunque sabes de la casa encendida donde viven
los efectos del amor, merodeas y las puertas
niegan la luz a tu identidad porque te desconfían.
Es un decir,
entonces: ¿Tienes algo
que sirva para darte
nombre aunque polvo enamorado? Tampoco.
O sea, nada que sea el congénito sigilo de tu figura;
nada que ponga un
trazo a la sombra de tu vida
me sirve para ofrecerte algo más suave que la tristeza.
Ya lo sabes. No basta sonreír. Si ondulado
tu caminar, el bucle de tus intentos se cierra
en tu alma agostada por la duda que te corroe
y te hace, en
campo de soledad, avispada
lagartija en las
ruinas de tu inteligencia. miércoles, 21 de marzo de 2018
DIÁLOGOS DE LA NIEVE
De las palabras nacen la belleza y el encanto. Los griegos.
De las palabras nacen la belleza y el encanto. Los griegos.
Es la nieve con el color y el silencio, sin sombras, como
la noche.
Nos conforma con sus minucias y cual peluche, rodea,
con su niebla, las palabras mudas que nos acechan,
nos hacen
realidad y nos obligan.
- Y damos, con ella, crédito a la belleza.
Con sus mil hojas y un color, asomos de primavera,
en el brote y
a la espera , mil nombres , despavoridos,
me hacen el canto del
petirrojo, enamorado donde el laurel:
- Leo tu corazón,
me repite.
Y vuelta a empezar;
contra la nostalgia, el fervor de la vida
es el pozo donde caen los
rebujos hechos
con las trizas del amor: se cuelan, sin esperarlo,
y hacen, con la nieve, los recuerdos que nos hablan
como ayer que nos
dijeron del retorno, la esperanza:
- Como sueñan las
golondrinas.
Es lo de siempre: nos inventamos en copos, diminutos
y uniformes, para tejer el sueño con las formas de la nieve;
por un instante, lo que dure, la ilusión y el silencio, lo mismo:
relegan la nostalgia al ámbito del olvido, para mañana.
- Y pronto brotará
el festín de los colores, para dos. lunes, 19 de marzo de 2018
domingo, 11 de marzo de 2018
Rotonda
Me aterra la
palabra de los hombres.
¡LO saben expresar
todo tan claro!.- Rilke
Con tres salidas como tres heridas. Así la rotonda
del vivir. Ni actos ni
pensamientos son jaulas donde vive
el trino de la tristeza, el desamor o el ámbito de la
soledad.
Al revés de la dicción, el
amor sale con palabras
que si despavoridas o
enlatadas en el membrillo de la miel:
como el tiempo por la
rugosidad de la duda, AMARILLO,
el tacto es el camino del
silencio por el cansancio
de las golondrinas, con
zapatos de charol cuando pían
por tu presencia desangelada en los vértices
del dolor.
Que también es muerte cuando los días, trenzados,
son trampas del corazón,
cautivos o prisioneros
de una promesa sin nombre,
advenedizo,
y sin límites de
certeza, como pompa de jabón.
Sin embargo, por la ceguera y la frágil luz
de las palabras, hacemos de
la vida y con ellas
el fuego contra las fieras
que nos acosan
como reliquias del olvido con
su círculo final.
Buscamos, entonces, inasequibles al desaliento,
la rotonda y las vías a
cientos, que son tres,
para encontrar lo mismo, en
la siguiente y ser
hombre y lo mismo y mañana, para vencer.
miércoles, 7 de marzo de 2018
CARACOLIN
El amor no puede crecer
sin pasión.
Oráculo de Temis.
Lo dijo el Amor
cuando pasaba. Cupido.
Rumbo al deseo,
con sigilo, y vacía de palabras
su aljaba, al
sesgo del susurro, y en el aire
suspendido, dos
chispas le saltan del
fuego de un
corazón. Cauto, por la sorpresa,
descubre la
imagen de un caracol.
La humedad del
eros, un ambiente de lluvia
que es la
ternura, el ascua por su intimidad,
la lenta y dulce
carrera en el tronco de una
pasión, son vida
para su intención: remite
a la mano
hacedora del mármol para
comprender la
forma de los amantes:
Indisoluble
unidad, ni el respiro de una palabra
rompe el paso de
los amantes: caricia
y coraza son hechuras de su alma;
la arenisca de
la duda ni les roza: queda
cual recuerdo sin
firma, al lado del olvido.
Son el tacto y
la visual de la confianza,
el rito de la
paciencia, la calma: su vida.
Y si polvo y
ceniza, más allá de la muerte,
serán sus nombres,
polvo enamorado.
lunes, 5 de marzo de 2018
Quien recuerda el pasado, vive dos veces.
Aquel día
Has vuelto a introducirte en mis pupilas
con todo tu poder, y tus imágenes
han poblado de vértigos mi mente
y de alucinaciones mi memoria.- Luis A. Cuenca.
¿Quién lo diría? Entonces, sin palabras para el camino,
un poco de agua y apenas fruta - dos manzanas-contra
la debilidad, empezamos a buscar los cruces donde las sombras
alisaban los cabellos y el sudor con disimulo,
esbozando una sonrisa, la madre de la complicidad.
Y todas las brisas, las hijas del amor, suspicaces y llenas
de dedos , arreboladas , nos oreaban
los ojos del corazón, distraídos por el tiempo
y la experiencia. Quitaban el polvo al pasado,
y hacían cristalinas nuestras sonrisas, sus tactos
y aquellas miradas que nos cosían al retorno
como una obligación. Y más, como siempre, y lo mismo.
Hasta hoy, a la fecha, un jueves del año con el sol
a la puerta, y todas las palabras al fresco que buscan
los mil sentidos que tienen las catas del silencio.
A esta hora, como entonces y sin duda, qué
hielos quemados consumen los roces cuando
nos queremos. Y los artificios, prófugos del deseo,
buscan los besos para su escondite. Como nosotros.
¿Quién lo diría? Después de cuánto, tanto amor
como ayer para mañana y por siempre.
Y en un verbo, en La Arquera, fue todo aquel día.
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