A E M T
¡Nieva! Y la vida se queda en silencio. El que
nos sirve para buscar la palabra. La propia.
Una necesidad. Decir, por ejemplo, que nos gusta la vida
cuando los copos de nieve, maravilla y simplicidad,
hacen con los días recuerdos y memorias.
O que es
bella porque desaparecen las sombras,
si nieva, y las miradas son más limpias y adolescentes.
Y con el frío, la sangre se inventa batallas
de risas, con el amor como arma principal.
Nos hacemos de cristal, nos dibujamos. Y como
música que envuelve el corazón, amamos la vida
que se cubre de
almas, diminutas, fragmentos de
ilusión que nos visten cuando nieva y la vida se queda
muda. Un silencio y
el misterio de la palabra.