lunes, 22 de octubre de 2018



HORIZONTES DE PIEDRA
 - Editorial

Para hablar de nuestro ámbito rural, mejor que cien palabras, esta pintura de Manuel Linares que representa una mujer mayor "mirando el horizonte".  Si le preguntáramos que ve allá lejos,  Soledad respondería que no ve nada; con los ojos cansados por la edad, columbra campos de soledad, deshabitados y  sin niños: - Los nietos hacen su vida en la capital. Dice. Y después calla. Un silencio triste. Y no nos extraña pues talmente parece que su ámbito sufrió las consecuencias de la diez plagas de Egipto. Si las relacionamos con la España más pobre o vacía o despoblada de hoy, parece que fueron pensadas para nosotros. Como una metáfora, estas son las que no asolan:


1.-Una administración por completo vacía de contenidos: ni ideas ni  grandes o pequeños proyectos que contribuyan a crear riqueza y mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestra zona rural: las aguas del río Nilo se convirtieron en sangre. Porque si pensaran en algo (desgravaciones fiscales o ayudas más allá de Europa)igual nos hacen ricos y arruinamos a la Hacienda Pública, como HUNOSA,  ALCOA O ARCELOR.

2.-Legislan  desde la prepotencia, con la prohibición como idea principal: la ranas invaden Egipto. La generosidad nunca habita en su corazón.
3.- Concepto de paraíso natural con el matorral y la maleza como recurso principal: el polvo de la tierra se transforma en piojos.  
4.- Burocracia más exigente que responsable: no da respuesta a los problemas que sus decisiones generan: enjambres de tábanos para castigar animales y personas, en este caso solo egipcias.
5.- Llega una peste que acaba con los ganados del país egipcio, como si fuesen jabalíes, osos y lobos que campean a sus anchas por nuestros puertos, con la obligación de ofrecerles suculentos platos de carne o los sembrados de las huertas.
6.-  Como las úlceras que mataron a los egipcios  pues desde la capital se consideran detentadores de la verdad absoluta sobre la ignorancia de los aldeanos: ¡¡¡¡¡jejeje!!!!!
7.- Granizo y fuego para tanta prepotencia obligan a los hechiceros metidos en política a ver las consecuencias de su ímproba vagancia en Allande donde sus palabras quedaron caldo de castañas y manos quemadas.
8.-  Como las langostas en los campos egipcios, mariposean en plazas y mercados con sonrisas como único argumento principal. ¿Quiénes? Los que llevan a su señoría en la cartera.
9.-   Son las tinieblas las que ensombrecen el horizonte que Soledad escudriña y la hacen pensar en un horizonte de piedra y un viento que trae solo soledad sonando.   
10.-  El día que desaparezca el hombre de la fesoria ¿ a quién venderán tanto humo estos mercaderes de la palabra? Es como la muerte de los primogénitos egipcios: argumento rotundo contra la soberbia.

Y Soledad vuelve a casa donde hará una sopa para cenar, recogerá las gallinas, hablará con su gata y al perrin le dirá que mañana será otro día, si Dios quiere. Mientras la autora del libro que se titula Los últimos de mañana, le habla de la delicadeza de los jarrones chinos o las muñecas de porcelana para referirse al modelo de gobernantes que saben más de lo que preguntan: nada.

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