Caminos
En
silencio, sin olvido en la memoria, llenos de sombras
acicaladas
por el polvo y el recuerdo , las pestañas
bañadas
en rímel de la esperanza, los caminos.
Valedores
sin
tiempo ni risa que los engañe, nuestra
infancia
los
patea cuando, de La Renta a Ramoniz, desde siempre,
el
guiño del retorno es hálito y aliento contra mi decadencia.
Ligados
al amor de siempre y la ternura,
son
corrientes marinas hacia la vida
en
el mar proceloso de la duda y la incertidumbre.
Y
como siempre,
la eternidad en sueños, hoy y mañana
o
nunca, cuando vuelvo, son ¡mis caminos!.
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