jueves, 16 de abril de 2015

El río y la gaviota se hacen ríos: la individualidad y los múltiples seres que nos habitan.Nos hacemos juntos con el amor.

Como dos ríos: variaciones.
                      En la misma tela de araña, nos hacemos juntos



Hijos de la diferencia, sus veneros  son de madres y dioses
y fruto de arcanos de un sentimiento: el amor.
 Vestidos de silencio y de brisas,  en  soledad
con  la tierra, rompen  con el agua los surcos que serán,
en el tiempo, campos de Marte, adolescentes
turbiones o  inseminaciones de palabras en piedra.

Serán, en galerías de miel, germen del olor
que tienen  los colores. Y como todos los ríos,
 en la diferencia, el agua y el alma de la paz para
hacer  el amor: aquel año de tantos días, pájaros
 preciosos,  gaviotas  en el circo azul, son horizontes
para  vuelos que buscan los meandros de la vida,
los recovecos y sombras, animalia,  que conforman
su devenir: ambos lo mismo, como  dos ríos
con vida y lenguaje diferentes, camino de la  mar,
se hacen, cual Penélope, en la ausencia: como
nosotros, Ulises de papel y de palabras
asidos a la fuerza del amor,  contra el viento
de Circe y las sirenas, sus cantos en la distancia,
sujetos al  palo mayor , volvemos a Ítaca, al telar
con los nombres y paisajes para nuestro corazón.


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