¿Qué si no un bosque es la vida que andamos mientras caminamos rodeados de vientos y brisas y palabras?
El bosque
Títeres
del destino o imposible la comunión y el ansia de los sentidos, nos buscamos en
las palabras como bosques de papel: nos
hacen realidad los filtros de luz cuando
taladran nuestras retinas las hojas que son escapularios de los deseos que
escapan de las raíces y del prurito de resucitar: la vida del árbol sin
plenitud para mañana por silencio y por
amor.
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