ESAS CUADRAS: la arquitectura rural.
Hay rincones en nuestro
concejo donde nos sentimos como hoja mecida
por el viento; uno de ellos es Peral
donde un aire deshabitado que baja de la Paradiecha me trae el recuerdo de Manolín a la par que
limpia las cuitas de mi corazón. En el paseo hasta el pinar, unos turistas se acercan a mí mientras los niños exageran la corpulencia de las vacas. Admiran este ámbito. Y mientras caminamos,
hablamos y hablamos como si nos conociésemos de toda la vida; me
relaja esta fluidez verbal. Poco después,
emprenden viaje y vuelve el
silencio y vuelta a empezar. Quedo, entonces, como suspenso en el aire, pasmado y con la mirada, sin objetivos, en las imágenes
sin palabras que la borrina convierte en furtivas, y que juegan con mis
indefinidos sentimientos. Hasta que aterido por la brisa, pienso en las
posibilidades que nos ofrece este flujo de gente que, con el tiempo, en el
devenir económico ayudara a un cambio de mentalidad social, económica y cultural. Porque somos
conscientes de que se acabó la economía
fácil, y la palabra mágica del futuro, como estrella polar, es sostenibilidad; este concepto exige,
como soporte principal, ideas y proyectos
diferentes a los tradicionales.
Un ejemplo de esa diversidad serán las derivadas del turismo; exigirá cualificaciones
diferentes para poner en valor, por medio de la cultura, los recursos, como
urdimbres, que están ahí, al alcance de la mano. Y como es normal, se hace necesaria,
también, la intervención de las
instituciones para que la iniciativa
privada coja velocidad y se decida a participar; como hizo en Taramundi y Somiedo la administración regional
y municipal. Llegados a este punto, si
las áreas de cultura y turismo de
nuestro Ayto. asumiesen el turismo de
calidad como recurso futurible, podría
abrir caminos con proyectos sencillos pero rentables por la imagen que de ellos
se desprendería. Nunca incompatibles con
la cultura cyberpunk predominante en la actualidad, la cultura tradicional, que
representa el patrimonio vivo de una colectividad, también tiene su sitio pese
a la informática, las telecomunicaciones y el automatismo. Saber hacerlas
convivir es acertar pues la personalidad
dirigida por la tradición y la personalidad dirigida por los otros, juntas, se enriquecen mutuamente. Y dicho
lo dicho, uno de los recursos más firmes con los que cuenta nuestra cultura
popular, por razones múltiples, son nuestras cuadras de piedra, con cientos de
años cada una de ellas sobre sus tejados;
son testigos vivos de nombres propios
que daban vida a sustantivos comunes cuando poblaban el ganado dentro de la
cuadra o en el entorno. Pues bien, en el área de Peral la cultura de la piedra
como ejemplo de arte aplicada, tiene un
conjunto de cuadras, hasta ocho, cuya
historia gráfica, debidamente
documentada e ilustrada, ofrecería al turismo de calidad un ejemplo del saber
hacer y del respeto a la tradición y a los hombres que la hicieron llegar hasta
nuestros días. El área de Peral
sería un punto de referencia donde el enseñar deleitando sería un ejemplo a
seguir para hilvanar el concejo con
otros pequeños proyectos que nunca serían gravosos para la economía municipal. A ver si se enteran de que el camino se hace al andar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario