Versos para el desayuno: el desgarrón del poeta durante un amanecer clarividente de escritura.
DÁMASO ALONSO.
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
(según las últimas estadísticas).
- Mentían las
estadísticas, y el poeta está mal informado: como unidad de destino en lo universal, Madrid no era un carnero o camposanto en el
que reposan cuerpos que reciben la muerte con la dulzura de la inconsciencia.
En aquellos
años, desgarrados, en mil novecientos cuarenta y cuatro, Dámaso hizo mal por
incluir el pesimismo, la angustia y la desesperación como esencias poéticas en un libro de poesía. Mejor los sonetos a Jesús
Sacramentado, menos complicados y más espirituales para el defensor de la Inmaculada Concepción ,
el amadísimo pueblo español. Sin embargo,el insomnio
es la niña de los ojos en los presidios.
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