Si dicen quien de los dos
la mayor culpa ha tenido,
digan los hombres: la Cava;
y las mujeres, Rodrigo.
la mayor culpa ha tenido,
digan los hombres: la Cava;
y las mujeres, Rodrigo.
- Imposible escribir y
decir tan profundo como este anónimo cuyo mentor fue aquel Monseñor Rouco al
que alude el Arcipreste en una de sus serranas más famosas.
Fueron las pesquisas
de Mdez. Pidal las que dieron con este monseñor medieval, con sede arzobispal
en la Andalucía invadida. Lo consintieron, dice el erudito, y
escribió un libro cuyo título, traducido,
es: Denle diez latigazos a la
mujer que quiera ser como el hombre.
Pero los hombres, dioses menores, quieren ser como las
mujeres: ayudan a soplar los vientos y guiar las nubes. Nadie hizo caso al
monseñor.
Por eso no existen las
tormentas en el SS. XXl.
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