EL CÍRCULO: contra
la línea recta.
Mejor diríamos: Vivir es ver volver. Azorín.
En grado sumo, eres la vida sin tiempo:
en silencio, como
la primavera, recoges el color
y lo mimas, lo
cuidas y proteges: esa flor,
gozo de los sentidos, un regalo que es retorno,
siempre, y aliciente que fue y será, por ti,
alma del vivir que es volver: un reto. Que no se rompe
y resiste, como el brocal, a la muerte y la finitud
que rondan
contra tu eternidad. Siempre abril
o los días y las marcas en piedra del reloj,
nos haces, contra
la línea, hacia el mar,
el mástil de Odiseo que salvó
con sus gritos
y miedos, la
necesidad de Ítaca como el imán
que busca su partenaire.
Allí un aroma suyo
hizo de Argos, su fiel, un final para empezar
y seguir , en Penélope, como nosotros,
el amor que tiñe el espacio de tu corazón.
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