La ultima floración de la primavera es la suya, y la cierra de manera ostentosa.
E S P I N E R A
¡Un suspiro! Tu color y el perfume como un aroma de miel. Y tus flores, por cientos o miles,
ósculos ebrios de sol, pestañean en mi primavera. Te esperaba.
Sabía de ti como última forma de amar. La que sisaste al
silencio invernal.
Lo mismo que yo. Y juntos, en complicidad , camín de
Ramoniz
con la fuerza del amor, alientas el alma de mi corazón: otro milagro
y vuelta a empezar. Entonces, en tiempo por andar,
mis palabras y las abejas te libarán. Serán en mayo,
un diecisiete, como hoy, del diecinueve, a las 22.50 y una ilusión.
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