LA COMETA
Porque
los pájaros querían volar es por lo que tienen alas
E.Bergson
Grácil
en su figura y estilizada, juguete
de las
prisas que te abrazan con los ojos
a la
mirada, el requiebro es alma de quien
pende
de un hilo, frágil como palabra
con la
vida en el aire. Ajeno a la voluntad
que
busca el destino y zalamero,
la
brisa y sus dedos son tu libre albedrío.
Y si
ornato en colores, el torbellino,
prófugo
de la nada, en volandas propicia
el
recateo que te lleve a la altura, Ícaro
del
amor: la pasión que te sostiene
en el
aire, nos sostiene. Sin ataduras y libre,
cimbreante,
como nosotros cuando nos queremos,
burla
a quienes son el agua de las ideas: huellas
sin
sentido para las risas sin horizonte,
prisioneras
del
límite, víctimas de la fe, sin camino a la esperanza.
Es lo
de siempre, amor. Ya te lo dije: en los esbozos
de tu
mundo, la cometa, amor, es una línea
con
el trazo en el cielo y los puntos, mi vida, son
las
piedras que empiedran la ruta hacia el sol,
la
estación-término donde apearnos los dos.