De tiendas
¿Qué es la vida sin un capricho? Se aproxima la navidad y
se dispara el consumo, en mayor o menor cuantía, según el puesto que ocupemos
en nuestra sociedad, que lo tenemos. Y es en esos días cuando se hace realidad aquello
de Herbert Marshall McLuhan quien
escribe que "somos lo que vemos",
cuyo equivalente navideño sería "somos
lo que comemos". Con otras palabras y dado el disparate publicitario
que se monta en todos los medios, me pregunto si seremos conscientes de
quién nos guía en nuestros gustos y de la función manipuladora que hay detrás
de tanto anuncio "inocente". Es de lo que escribiremos, con perdón. Pues bien,
como siempre hay alguien detrás de todo, es obvio recordar que consumo y
publicidad son los dos pilares del modelo capitalista anglosajón que exalta la
economía del consumidor o de las grandes
diferencias salariales. Y como todo el mundo sabe, son los promotores de los grandes centros de
consumo que nos presentan como paraísos donde se pueden satisfacer las
apetencias todas de quien, sin edad ni condición, acuda a sus tiendas
centralizadas en una gran superficie.
Llegados a este punto,¿ puedo pedirte, paciente lector,
que hagamos una reflexión? Vamos a mirar un poco por lo nuestro. No es ninguna
tontería preguntarnos: ¿Quién paga con
sus impuestos los servicios municipales que presta el Ayto. de Lena? La
respuesta es fácil: los residentes en Lena. Si tu respuesta es la misma que la
mía, estarás conmigo en apoyar a quien propicia, con sus impuestos, el funcionamiento de la Casa de la Cultura,
con su biblioteca o quien paga las luz de las escuelas o la limpieza de nuestras calles; entonces te hago una
petición: apoya con tu compra esa
pequeña tienda de zapatos infantiles o de alimentación o de ropa que tienes en
Pola. No alimentes ese capitalismo feroz
que ni sabe dónde vives ni cómo te llamas ni si estas soltero o casado o
enamorado. Tampoco le importa mucho. Por el contrario, en tu tienda de Pola encuentras a una vecina
o un vecino que te agradece el detalle, te saludará por la calle y como tú,
paga para que todos los lenenses gocen de unos servicios municipales dignos
tanto en el ámbito rural como urbano. Apoya el comercio local en estas fechas y
prométeme que, al menos, lo vas a pensar. Para animarte, te dejo este fragmento de un
poema de Manuel Vilas:
Cajeras del
Carrefour, del Sabeco, de Alcampo, cajeras de
todas las tiendas que he visitado, llevo vuestras manos en
el disco muy duro de mi memoria. Manos grandes,
pequeñas, manos tristes, alianzas, adornos, uñas
de todas las formas y de todos los colores, venas bajo la piel, manos atadas a una máquina registradora, manos cansadas, uñas rotas. Falanges señaladas para
trabajos poco señalados. Manos siempre
pulcras, manos a veces de una belleza
fulminante. Manos inesperadas.
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