ADIÓS, CORDERA
Homenaje
Contra
el hambre y su recorrido, el camino de la miseria: unos ojos
anclados en el dolor frenan la angustia del mañana
limpio de escanda
como un
amanecer sin estrellas visto en la oscuridad.
Era donde
la pobreza, en la casería; la resignación era escabel
de los sueños que serían por ayer, mañana y siempre: unos hilos
aireados
contra la esperanza, y tu mirada con los
nombres de
Rosa y Pinín, ajenos al sustento que tú les
dabas.
Rompías
con tu presencia, Cordera, las atalayas donde subían
los
miedos para buscar al rico epulón en el horizonte, aquellas
sombras que
se cernían sobre la necesidad del vivir
como
argumento principal. Y contra la negritud, el espejo,
que hace
del alma una contrición: la medrana de Antón
al desahucio de Somonte
y el dolor de haber sido
y
el terror por los nombres de Rosa y Pinín
y sus lágrimas por el desgarro de Cordera,
en el
corazón. Y el nuestro cuando lo mismo nos
trenza
el
presente de la Estrella con tu Adiós, Cordera, Clarín,
y mis
ancestros con tus palabras y mis recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario