viernes, 23 de julio de 2021


 SENSACIONES

 

En la distancia y con el tiempo, tu nombre como flor del viento, sin destino. Una sensación. Cómo darte identidad y figura y recordar tu sonrisa si no tienes alma ni sombra de ti misma. Desconoces el recuerdo y las palabras viven sin labios donde anidar. Todo un sinfín.

Sensaciones. Vacío de soledad, asideras como gotas moribundas de lluvia, todas luz, llenas de sol, en el camino desbocado hacia la nada. Lo que toca.   Tierra de lascas la memoria,  azote de los recuerdos, cual pócimas navegan las insondables sombras de lo que fue hambre de mañana entre tanta soledad. Sensaciones


Tierra de lascas la memoria

(Sensaciones)

 

En la distancia y con el tiempo, tu nombre

como flor del viento, sin destino. Una sensación.

Cómo darte identidad y figura y recordar tu sonrisa

si no tienes alma ni sombra de ti misma.

Desconoces el recuerdo, y las palabras

viven sin labios donde anidar.

Todo un sinfín. Sensaciones.

Vacío de soledad, asideras como gotas de lluvia,

todas luz, llenas de sol,

en el camino desbocadas en la nada.  

Tierra de lascas la memoria,  azote de los recuerdos,

cual pócimas navegan las insondables

sombras de lo que fue hambre de mañana

entre tanta soledad. Sensaciones.  




domingo, 11 de julio de 2021

 

GIACOMETTI                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

Sin una bibliografía que lo fundamente, y  escribir que el consumo, como capacidad económica personal, es  uno de los conceptos que marca las diferencias entre generaciones, no sé si es arriesgado. Lo que sí está claro es que aquella idea de los quince años para marcar generaciones está obsoleta: internet y las nuevas tecnologías cambiaron por completo actitudes vitales, gustos sociales y posibilidades de información: la velocidad es la reina de nuestras vidas sin necesidad de consorte. Pues bien, como principales usuarios de tanta nueva tecnología con sus artilugios correspondientes, los jóvenes son los  mejor preparados y los más aventajados, sin duda, para obtener el mayor rendimiento. Y pese a todo, a pesar de disponer de la máxima información, y de estar en cabeza por una formación académica como nunca en este país, sin embargo los vemos  orillados   de la política; de esta política, a la española,  que requiere el coraje burdo, mezquino de las peleas callejeras; de esta política que es un circo de vicios más que de virtudes; y que es el resultado de la forma de hacer de  tanto moderado y su sentido común, bobos ilustrados, según F.de Azua, y que son los padres de tanta desventura social.

Por el contrario, hay que decir, en su favor, que  a estos jóvenes no los representa la escultura de Giacometti, el perro vacío;  no son almas desangeladas; es cierto que  son los principales nutrientes de tantas ONGS como hay; son personas sensibles que saben que en una aldea cuando fallece un anciano, desaparece una biblioteca. O  van a las residencias de ancianos para hacerles compañía o plantean dilemas esperpénticos, para nuestras instituciones, como tener un techo solar o tener casa y tener wifi o tener hijos.

Porque si hablamos para hacer una descripción de su periplo vital, ya son culpables hasta de las pensiones que cobrarán cuando ni siquiera empezaron a cotizar pues sufren la tasa de desempleo juvenil más alta de Europa. Para qué seguir. Sigue tan real como siempre la idea de que escribir en este pobre país es echarse a  llorar. Alguna vez, sólo alguna vez, las instituciones tienen que hacerse cargo del futuro e invertir en juventud que es riqueza y es calidad de vida. NO lo es la emigración como objetivo;  un objetivo de quienes después de años de estudio y sacrificio, tienen asentarse lejos de todo lo que fue su entorno vital, hasta la fecha. Y esto no es una leyenda urbana que tapa esa lacerante herida, como un estigma vital.

 

 

jueves, 8 de julio de 2021

 ¡Todos los días del alma me recorre tu nombre!

A la carrera o despacio, lentamente,
me coge de camino y va de mi corazón
a las infinitas palabras que un amor puede atesorar.
Y para decir o callar, no basta con esperar. En el tiempo,
como bien sabes, con tus pasos en la alfombra
de mis sueños, hollabas tantos silencios
como palabras atesora un corazón.