domingo, 26 de noviembre de 2023

 A GAZA …

 

¡Hay que ver! Estas cosas del tiempo sin lógica,

palabras de siempre que no significan  

y esas figuras con las formas

de hombres o niños, de siempre a la fecha,

rotos, en sangre. Y nada se aprende, mujeres,

de aquellas madres o hermanas, tal vez hijas,

masacradas, en la ternura, inéditas.

sin tiempo para ella.

 

¡Hay que joderse! Niños en canal, abiertos

por el odio… ¡Cómo me duelen! Y hablan

de infancia, la boca llena, y sin pudor,

me esconden las palabras, las que nos llegan

de siempre, sin tiempo, desde siempre

para decir lo que somos y se repite: horror

a manos llenas: por los siglos de los siglos,

una vergüenza  que aflige

si piensas, las rutas del corazón.

 

¡Desde  ISRAEL…

 

Y la sangre. El color de la sangre, el propio

con la violencia y del odio. El de un tiempo incoloro.

Además, un olor a muerte en el kibutz, sus  almas

 como infancias  ya derrotadas, decapitadas,

un dolor, vociferando a Dios para nada,

como un hablar al silencio: un sindiós para todo.   

 


sábado, 18 de noviembre de 2023

 Analfabeta

Analfabeta del amor, de los nombres de tu cuerpo
ya nadie recuerda ni se acuerda. Y opacos
tus sentidos, no son espejo ni figura.
De ninguno queda huella ni rastro del montón
de palabras que me costó entrar en la pirámide
de tu corazón: roca de papel sin reciclar,
fue aquello un viaje sin tinta, paisaje
sin figuras con manos de metal para su escritura.
Todo lo más, bendita, si algo en la memoria,
la muesca del recuerdo con tu nombre
en la culata de una sonrisa, cual revolver
arrumbado en el desván de la memoria.
Herrumbroso y desvencijado, en falta
la identidad de unos dedos, serás nada
de nunca y menos del mañana. Y si no
lo sabes, cielín, das pena: más vale que cambies
cada esquina de tu cuerpo por un kilo de ternura.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

 
 
 
Placeres
 
De los placeres  y los  restos
que son pláticas y nombres
 ¿Qué nos resta? De las palabras,
siniestras, que  sirvieron al amor
¿qué fue de ellas? Esclavas de los nombres,
como esquifes
a la deriva, en los piélagos
del olvido, ni rastro de ellas.
Ni un eco en el socorro
ni un silencio por auxilio, nada.
Nada de lo nuestro, y menos de lo mío,
personal, nada se repite. Aunque lo busque.
Mueren los deseos
y si te llamo, como si  llamas,
nunca es lo mismo, diferente;
las voces atipladas  se desconocen
y rehúyen las sombras, las nuestras,
que pierden las letras
en el camino sin retorno,
sin la marca del silencio.
¿Qué nos resta, entonces,  
de los gestos  con sus placeres?

domingo, 5 de noviembre de 2023

  

Si me olvido de ti, oh Jerusalén

 
Se equivocó la paloma,
se equivocaba. El vuelo en un aire de sangre, se equivocaba.
Con palabras ensangrentadas, mensajera,
se equivocaba.
Almas  sin el amor de la sangre, ¿hacia dónde
el vuelo? Se equivocaba.
Hombres y nubes, con olor sin alma y sin nombre
llenos de odio. Y ella  se equivocaba.
Hambres de muerte con sed de venganza
y ella se equivocaba.
Sisella de la paz con lágrimas de Picasso
en las tierras de Iahvé, volaba y ciega
se equivocaba: era un desierto con niños
ensartados en la vergüenza
y la ceguera del hombre en el corazón
y resistía y se equivocaba: sangrado
del corazón por lo sagrado del amor: tierras
de Gaza  y arenas de Israel, Monte de los olivos,
se equivocó la paloma, se equivocaba.