domingo, 26 de noviembre de 2023

 A GAZA …

 

¡Hay que ver! Estas cosas del tiempo sin lógica,

palabras de siempre que no significan  

y esas figuras con las formas

de hombres o niños, de siempre a la fecha,

rotos, en sangre. Y nada se aprende, mujeres,

de aquellas madres o hermanas, tal vez hijas,

masacradas, en la ternura, inéditas.

sin tiempo para ella.

 

¡Hay que joderse! Niños en canal, abiertos

por el odio… ¡Cómo me duelen! Y hablan

de infancia, la boca llena, y sin pudor,

me esconden las palabras, las que nos llegan

de siempre, sin tiempo, desde siempre

para decir lo que somos y se repite: horror

a manos llenas: por los siglos de los siglos,

una vergüenza  que aflige

si piensas, las rutas del corazón.

 

¡Desde  ISRAEL…

 

Y la sangre. El color de la sangre, el propio

con la violencia y del odio. El de un tiempo incoloro.

Además, un olor a muerte en el kibutz, sus  almas

 como infancias  ya derrotadas, decapitadas,

un dolor, vociferando a Dios para nada,

como un hablar al silencio: un sindiós para todo.   

 


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