domingo, 29 de octubre de 2023

 

Patrimonio

A quienes viven encerrados en cuatro paredes y tienen un patio de luces como único desahogo, escribir aquí  que el silencio de la noche y el canto de los pájaros o los colores de las cuatro estaciones es lo que nos queda, en nuestras aldeas, de aquellos tiempos cuando los niños jugaban al "piocampo" en el recreo escolar. Ahora ya no hay niños y en los pueblos sólo quedan ancianos con ejercicios de memoria que van mucho más allá del día a día, aunque nadie los escuche. Ancianos que conocieron los tiempos de la solidaridad vecinal cuando hacer un tejado, construir una cabana en los puertos del concejo, ponese con una cuadra o buscar la piedra para hacer el muro que refuerce un camino … Tantas cosas en el haber vecinal y con tanta maestría construidos que después de vientos huracanados o lluvias torrenciales o abandono secular; después de todas esas inclemencias, resistieron los embates y siguen en pie como testigos mudos contra estos neo-rurales desvergonzados de ahora que piensan que están en una urbanización por hacer una vivienda de una cuadra que compraron medio regalada a unos herederos que tenían prisa por deshacerse de ella.  Es lo que está pasando: unos venden de prisa y otros compran regalado porque no se sabe valorar la maestría, la colaboración y el esfuerzo que con dedicación absoluta, supuso levantar esas cuadras o casas o cabanas que heredamos de nuestros antepasados. Y que fueron declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Porque son los últimos testigos de una organización de vida y de trabajo con su peculiar vocabulario que también desaparecerá porque los pueblos, como diría García Márquez, son un simple moridero de hombres sin continuidad y ante la indiferencia de una sociedad que no sabe la diferencia que hay entro lo analógico y lo digital para presumir de modernos y de los tiempos que corren. Es por lo que hablamos de este patrimonio que no goza de la protección ni de la cultura ni local ni autonómica ni de sus dueños o herederos: son PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD por declaración de la UNESCO, mal que pese a tanto charlatán al uso. Por lo menos que se aprenda a vender.

domingo, 22 de octubre de 2023

 





Como el otoño,  tiras las hojas que son palabras en los caminos del olvido; es lo que pretendes con tu alma desalada por el amor. Ignoras, sin embargo, que este golfillo del tacto delirante imprime carácter como alguno de los sacramentos. Es todo lo que te puedo decir con el tiempo en el bolsillo de mi gabán, impoluto.