lunes, 27 de diciembre de 2021

 
 
ULTIMAMENTE
Últimamente las mariposas marcan el tiempo
con sus vuelos de un diciembre frío y con  sol.  Me cogen
a desmano y revolotean
como el pajarillo sin palabras
al amanecer.  Lo veo:
 
el amor, un lobezno que busca la sangre del recuerdo,
merodea el aprisco de la memoria, el sagrario
donde viven las infinitas voces que dan cuerpo
y sentido a la vida, sus esperanzas.
Como el deseo, máquina de soñar ,
artero con el tiempo y sus patrañas, nos  lisonjea
hasta la humildad. Nos lisonjea para hablar
del silencio  al acoso y el dolor.
 
Últimamente  el tiempo  me abre los días
al oscurecer. Tal vez, sin duda, piense en una
ironía o en la ventaja del hombre derrotado.
¡Tal vez! Si lo piensa, no sabe de los nombres
que son el bastión de las sombras del vivir.

sábado, 4 de diciembre de 2021

 

Hablar enamorado

 

Todo muta, hasta las palabras son el alma de la miel.
Permanece todo como ancla en la palabra y la vida
se repite como noria del amor. No hay muerte ni dudas
ni caos, nada es finito, todo permanece más allá de
la memoria y del recuerdo: hablar enamorado.
 
Las sonrisas,  remolinos y silencios  con  los dedos en tu piel
más los suspiros, son vértice del deseo.  En prisión
 de soledad hasta la llegada de tu nombre, corazón,
contigo, amor, sin  sombras  en las pupilas,
todo gira como la luz, un discurso interminable.
 Y para siempre, con tu nombre en el centro,
hablar enamorado  es la vida sin flecos,  y tu y yo.
 
Nosotros y los pronombres y barcos de papel en un mar
apacible, un aire sereno y la infinita  unión
de vocales que sirven para masticar el tiempo.
Y los días perderán, entonces,  el sabor de las horas,
perderán sus trenzas y nos dejarán, por siempre,
el hablar enamorado, como eco eterno, vacío de nada.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

 

Noche oscura 3

 

Es fragancia tu recuerdo, fragancia triste, un aroma
de milflores marchitas en tus palabras,
despeinadas  por las abejas.
 Un dolor vaporizado tu nombre,
Marité, el secreto de la fuente y tus manos
de plata, allí, eternas y  cristalinas.
 
Te veo en el silencio y reclamo tu figura
al otoño, entre la hojas
aquella sonrisa y tu mirada angelical.
No hay tiempo que te rompa
ni recuerdo que te olvide.
Y tu nombre estilizado  será  en la noche
un eco en mi corazón.