viernes, 30 de noviembre de 2018




Puerta del silencio


¿Cómo salir del  cielo que es azul como  una  naranja? ¿Como las nubes,
a lágrima viva para  que nunca falte a la noria
el agua  como palabra? Son  hijas de la tormenta  con vientos huracanados
sin la cocción de los sentidos, una salmodia derramada.

¿Deambular como un roto corazón? ¿Qué nombre para restañar una herida?
Un silencio de miel podría ser cual bordón donde asir una esperanza
en línea con el horizonte, el alma lisa y sin apellidos.

¡Qué gozo!

¿Y si hago del color un suelo firme donde senderos innumerables
hacen posible un camino lleno de luz y de las horas del día? Tal vez  las  imágenes
 con mis dedos forjan  los clavos donde asir los resortes
 de la voluntad: la  implosión que  arranca  las astillas del corazón.

Y vuelta a empezar:

 ¿Cómo salir del  cielo que es azul como una naranja? ¿Dejarse caer
como pluma de sangre  en las garras  del halcón?

¡Nunca!

Contra las sombras,  con nuevos  objetivos y  los pasos contados
para  el  esfuerzo final, un resorte y un punto firme
como el pábilo, en el desierto, de la antorcha del amor: la saltaera,  
la puerta del silencio , contra el viento, para volver a empezar.


domingo, 25 de noviembre de 2018






Las marcas del tiempo.
                          El reloj tira las horas como un pozo,
                          o a un bardal, hoja a hoja.- :Servando Cano

Es lo que tiene el diario. Un guiño de la vida y de pronto
Dios está azul y el silencio que viste los minutos
abre  las puertas de la fiel curiosidad cuando castaños y robles
o avellanos y las cientos de hojas que me regala el otoño
teñidas de tiempo, me hablan y todos dicen tiempo
sin palabras; que los mire para situarme cuándo, dónde, y cómo;
una imagen, me dicen. Y entonces  el avellano escribe,
con aguas de primavera, del amor que la hiedra esconde,
centenaria, en el  roble, esposo fiel, sus palabras
llenas de las marcas del tiempo, dulces o amargas
como  sonrisas que la vida deja en el camino;
son las muescas del  ocre  y las primaveras que
me regalan días como detalle para seguir
con los sueños del castaño y  sus pesas del tiempo
que son las mías cuando una imagen suya cae en el camino.

sábado, 17 de noviembre de 2018





¿Te acordaste de mí cuando subías 
al silencio que sufre la serpiente, 
prisionera de grillos y de umbrías?[1]   FG.Lorca 


Reflexión para este sábado, 17 de noviembre, a las  23.09
- Y tú no estás.
Con el ocre en las ventanas y un letargo infantil a las puertas de la vida,
las hojas del otoño, cual violines, caen en el corazón, palabras,
y buscan, volatineras,  el calor del recuerdo y el frescor de la memoria.
Y de repente, por la brisa, sale tu nombre con pecho de golondrina
en la boca del tiempo. Como una broma del vivir. Como esta luz mortecina
que nos refugia en el silencio y nos obliga al diálogo con las sombras
de unos pasos que hacen de nosotros un camino y la sonrisa
del verso el amor es ortopédico/ porque es susceptible de ser desmontado[2].



[1] Sonetos del amor oscuro.- F. García Lorca.
[2] El resplandor y la ráfaga.-Nuria Ruiz de Viñaspre


jueves, 8 de noviembre de 2018



Un poco más allá
El lenguaje de los humanos tiene las  palabras justas para dar vida a su  complejo mundo, real o imaginario.   Es lo que dice J. Semprún cuando escribe que en la palabra "vivencia" tienen cabida tantos minutos como palabras seamos capaces de incluir en el alma de la misma. Y aunque lo intentemos, las palabras nunca mienten. Lo único que las modifica, en su contenido, es el contexto en el que se utilizan. En este caso y  con este título, la frase  "Un poco más allá" nos sirve para hablar del presente sin futuro en que vive el mundo rural. Porque si el presente es  dramático, el futuro carece de  ideas para abrigar alguna  esperanza.  Y este carencia de ideas  sencillamente sobrecoge  a cualquiera que se interese por la Asturias profunda como  la  desolación de la quimera.  Porque  se llega a esta situación con una Consejería que, después de años y años de decadencia, deja a las generaciones futuras con  las manos vacías para afrontar su  vida con cierta dignidad. Dicho con otras palabras,  si alguna vez se hubiesen planteado ir "un poco más allá",  el mundo rural no asistiría a una muerte anunciada con la miseria como patrimonio principal si no fuese por los dineros que nos llegan de Europa. ¡Qué pena! Si alguna vez se hubiesen reunido "las cabezas pensantes" de la misma para ir "un poco más allá" y hacer un ejercicio de comprensión y de economía social (que existe),  no veríamos desmoronarse el riquísimo patrimonio arquitectónico popular derruido(cuadras y cabanas), con la cultura silenciosa que guardan en sus paredes!.Lo mismo que pasó con  aquellos caminos de entonces, empedrados y con las aguas recogidas para evitar su deterioro y regar las fincas; ya intransitables, detrás de su desaparición viene el abandono de tantas y tantas praderías, ahogadas  por la feracidad de  la maleza.
Y si cambiamos de tercio, tampoco es  habitual la imagen de los cordales que arden como un mar inmóvil y dejan detrás de sí promesas incumplidas como caldo[m1]  de castañas. ¿Para qué reforestar[1], entonces? Y si seguimos con los puertos,  de mimarlos por la riqueza que suponen, ni por pienso una mínima inversión, aunque el paisano que los patea sólo siente prohibiciones en el aire respira. ¿Seguimos escribiendo? Porque  sabemos que escribir aquí es como echarse a llorar. Pues bien, si hubieran ido “Un poco más allá,” tal vez hubiesen pensado en fomentar  el uso de invernaderos  que  hubiesen multiplicado por tres la producción de nuestros huertos tradicionales, visto el clima de Asturias, con las consiguientes consecuencias en la alimentación y el ahorro familiar.(No olvidemos que, cuando fueron un poco más allá,  hasta subvencionaron la ventanas deterioradas de pisos particulares). Y si fuesen un poco más allá, pensarían en la forma de aprovechar el cucho para hacer humus y abonar los pastos sin perjudicar a las especies salvajes que tanto les preocupan. ¿Qué decir de los manantiales que se pierden monte abajo por no ir un “poco más alla” y hacer un plan de abrevaderos ahora que el agua será cada vez más escasa?. En fin, ya puede el Sr. Arango escribir de una internet  más potente para la zona rural o que el Camino de Santiago es una idea virgen en Asturias. Si hubiesen continuado con  aquella idea de que las aves para levantar el cuerpo tienen que tener unas alas poderosas, hoy Asturias, la Asturias campesina, no sería un simple moridero de hombres[m2] , como escribe G.Márquez.  





 [m1]"La mayor riqueza sin explotar de todo Asturias está en el monte y el terreno forestal. En los montes comunales de la región hay trabajo para cincuenta años.”J. Arango
 [m2]
"La verdadera especie en peligro de extinción es el campesino” J. Arango

viernes, 2 de noviembre de 2018



MÁS ALLÁ
               
                            a pesar de que un día lo fue todo. J.Hierro


Más allá de la vida, campo referencial, hay otra vida. Tras el silencio
y el rumor de  palabras- estratos y posos, según las miradas-,
en las galerías del alma, habitan más vidas que la vida animal.
Sus inquietudes y  tantos mensajes que muerden y matan
apenas si de algo son nada;  ni  poco ni mucho: nada.

Sin embargo, en el instante, contra el tiempo y sus
fábricas, un roce y el temblor de una brisa,
la casualidad  con hilos que nos atan a la escalera
del camino sin distancia … A pesar de todo, rebozado
en ceniza, somos cratera y manos y acetre, agua
encendida en el fuego  de saber que hoy somos
vestidos de siempre con la ropa del mañana.

Agua de molino, y pan de escanda por grano macerado,
un día y el siguiente, en la sementera, más que siembra
y metáfora del vivir,  son las nubes y sus formas y las estaciones
hambrientas  por deseos y vuelta a empezar y los vientos,
colada de las iras,  y los soles con sus paradigmas
de amor, en la resurrección que nos buscan para ser
más allá de la vida, todo contra nada y vuelta a empezar.




La vida acaba como comencen les obres:
perforar i trencar per construir.
Una destrucció justificada.- Joan Margarit.[1]
  





[1] Visites d´obres. Nuevos cien poemas. Pag.276.La veleta. Granada 2013