jueves, 8 de noviembre de 2018



Un poco más allá
El lenguaje de los humanos tiene las  palabras justas para dar vida a su  complejo mundo, real o imaginario.   Es lo que dice J. Semprún cuando escribe que en la palabra "vivencia" tienen cabida tantos minutos como palabras seamos capaces de incluir en el alma de la misma. Y aunque lo intentemos, las palabras nunca mienten. Lo único que las modifica, en su contenido, es el contexto en el que se utilizan. En este caso y  con este título, la frase  "Un poco más allá" nos sirve para hablar del presente sin futuro en que vive el mundo rural. Porque si el presente es  dramático, el futuro carece de  ideas para abrigar alguna  esperanza.  Y este carencia de ideas  sencillamente sobrecoge  a cualquiera que se interese por la Asturias profunda como  la  desolación de la quimera.  Porque  se llega a esta situación con una Consejería que, después de años y años de decadencia, deja a las generaciones futuras con  las manos vacías para afrontar su  vida con cierta dignidad. Dicho con otras palabras,  si alguna vez se hubiesen planteado ir "un poco más allá",  el mundo rural no asistiría a una muerte anunciada con la miseria como patrimonio principal si no fuese por los dineros que nos llegan de Europa. ¡Qué pena! Si alguna vez se hubiesen reunido "las cabezas pensantes" de la misma para ir "un poco más allá" y hacer un ejercicio de comprensión y de economía social (que existe),  no veríamos desmoronarse el riquísimo patrimonio arquitectónico popular derruido(cuadras y cabanas), con la cultura silenciosa que guardan en sus paredes!.Lo mismo que pasó con  aquellos caminos de entonces, empedrados y con las aguas recogidas para evitar su deterioro y regar las fincas; ya intransitables, detrás de su desaparición viene el abandono de tantas y tantas praderías, ahogadas  por la feracidad de  la maleza.
Y si cambiamos de tercio, tampoco es  habitual la imagen de los cordales que arden como un mar inmóvil y dejan detrás de sí promesas incumplidas como caldo[m1]  de castañas. ¿Para qué reforestar[1], entonces? Y si seguimos con los puertos,  de mimarlos por la riqueza que suponen, ni por pienso una mínima inversión, aunque el paisano que los patea sólo siente prohibiciones en el aire respira. ¿Seguimos escribiendo? Porque  sabemos que escribir aquí es como echarse a llorar. Pues bien, si hubieran ido “Un poco más allá,” tal vez hubiesen pensado en fomentar  el uso de invernaderos  que  hubiesen multiplicado por tres la producción de nuestros huertos tradicionales, visto el clima de Asturias, con las consiguientes consecuencias en la alimentación y el ahorro familiar.(No olvidemos que, cuando fueron un poco más allá,  hasta subvencionaron la ventanas deterioradas de pisos particulares). Y si fuesen un poco más allá, pensarían en la forma de aprovechar el cucho para hacer humus y abonar los pastos sin perjudicar a las especies salvajes que tanto les preocupan. ¿Qué decir de los manantiales que se pierden monte abajo por no ir un “poco más alla” y hacer un plan de abrevaderos ahora que el agua será cada vez más escasa?. En fin, ya puede el Sr. Arango escribir de una internet  más potente para la zona rural o que el Camino de Santiago es una idea virgen en Asturias. Si hubiesen continuado con  aquella idea de que las aves para levantar el cuerpo tienen que tener unas alas poderosas, hoy Asturias, la Asturias campesina, no sería un simple moridero de hombres[m2] , como escribe G.Márquez.  





 [m1]"La mayor riqueza sin explotar de todo Asturias está en el monte y el terreno forestal. En los montes comunales de la región hay trabajo para cincuenta años.”J. Arango
 [m2]
"La verdadera especie en peligro de extinción es el campesino” J. Arango

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