martes, 30 de octubre de 2018




A E M T


¡Nieva! Y la vida  se queda en  silencio. El que
nos sirve para buscar la palabra. La propia.
Una necesidad. Decir, por ejemplo,  que nos gusta la vida
cuando los copos de nieve, maravilla y simplicidad,  
hacen con los días recuerdos y memorias.  

O  que es bella  porque desaparecen las sombras,
si nieva, y las miradas son más limpias y adolescentes.
Y con el frío, la sangre se inventa batallas
de risas, con el amor como arma principal.

Nos hacemos de cristal, nos dibujamos. Y como
música que envuelve el corazón, amamos la vida
que se cubre  de almas, diminutas, fragmentos de  
ilusión que nos visten cuando nieva y la vida se queda

muda. Un silencio y  el misterio de la palabra. 

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