martes, 21 de septiembre de 2021

            LÉXICO

 

Pateando páginas y libros, en ocasiones damos con una frase que nos puede servir para poner  palabras a un sentimiento que bulle en algún rincón de nuestra alma. En esta ocasión,  se juntan para una reflexión, el título de la preciosa novela que se titula "Léxico familiar" de la novelista italiana Natalia Ginzburg, con el final del verano, y por tanto, con el final de la recogida yerba; y ambas me llevan a  Simone Weil quien describe las consecuencias para un pueblo de la pérdida de la fe en sí mismo. Dice la señora WEil que un pueblo así quebrantado necesita de forma imprescindible "echar raíces" que es la necesidad más importante e ignorada del alma humana. Para conseguir ese objetivo tiene que existir una colectividad que conserve vivos ciertos tesoros del pasado que eviten el desarraigo que propicia una colonización feroz con pérdida total de la señas de identidad. Como bien puede observar cualquiera que sienta en su corazón las esencias de Asturias, a más de la sidra, se da cuenta de que apenas hay hablantes en el asturiano de Lena que digan aquello de que "UN MOCECU EN RETRUYES CON UN PELU MATÓ UN GUETU. O dicho con palabras de la novelista, a cuántos asturianos les interesa el mensaje que hay en su frase "SOY AQUELLOS QUE FUERON ANTES DE MI"?. Porque sin prisa y sin pausa, el léxico familiar, que contribuía a crear unidades familiares con una actividad común, a medida que nuestra aldeas se vacían, ese léxico desaparece. Y como en cualquier red en la que se rompe alguno de los hilos que la conforman, la comunidad pierde el sentido de colectividad: es lo que pasa con los trabajos propios de cada estación agrícola cuando no hay quien los enumere. . En nuestro ámbito rural, apenas se oyen ya palabras como segotiar, aburraxar, tender, revolver las eras, amontonar, facer una vigá, cargar un forcadéu, catar y facer y poner  una calzaúra …. Riquísimo vocabulario que como hijo de una raza de pastores, me gustaría que tuviese todos los recursos legales para traspasar la línea del tiempo. Aunque no lo debe tener muy fácil el legislador pues seguro que sabe que en nuestra querida Asturias hay dos lenguas patrimoniales, procedentes del latín, (asturiano y gallego-asturiano) y tres lenguas propias: castellano - que forma parte de nuestro acervo cultural-, asturiano y gallego asturiano. Lo que sí está claro es que ninguna de las tres lenguas propias de Asturias debe utilizarse para expulsar a las otras dos de ámbito cultural asturiano,  como hicieron algunas autonomías con la suya,  con el silencio cómplice y chapucero del Ministerio de Educación y de todos los partidos políticos - los catalanes y vascos les infundían pavor-. .   Y claro, de aquellos polvos de entonces vienen estos lodos de ahora, como siempre. Y lo más interesante, siento una curiosidad sin límites por ver como el Sr. Barbón pasa por esta gatera. 

 LÉXICO

 

Pateando 

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