martes, 6 de diciembre de 2022

 


 

 

 

 

 

Mis pasos

 
¡Caminos! Nos hacen la vida; son testigos de nuestros pasos,
nos navegan. Hacen de nosotros todo lo que ellos imaginan:
nombres sin apellidos, soledad, la llegada del tiempo
con las hojas del otoño y  los colores de mi corazón.   
En su alma, la intimidad del  silencio  es  fortaleza
que hace polvo las intemperancias: sin nombre ni identidad
ni rastro de lluvia, ni señal que hable ni del pasado
y ni del futuro: él mismo.  
 
Viven en las sombras con  árboles que alimentan, fraternales.
Los miman y oyen sus lágrimas cuando el viento habla
con ternura de su indiferencia: encielan los pasos, como sean,
en el polvo para vivir el barro,  como el  imán,  
en los días que marcan su destino.¡ Caminos!.
 
Y  siempre,  para hacer vida, recogen el futuro
que se diluye en el tiempo, como las palabras: lo repasamos
y volvemos y siempre lo mismo: el silencio como
hacedor del destino: seguir y siendo caminos.

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