sábado, 21 de marzo de 2020






NIEBLA


Un  felino. Imagen del silencio arrebujado
en el paisaje, la mirada en el deseo y un final.

Así la niebla que sube y sube y se arrastra  y llega,
como río de silencio; y página en blanco de la luz, susurra
a las formas,  desmayadas y entregadas, y desaparecen
sin nombre, como la vida en la nada, sin memoria
alguna de palabras que la detengan. Así la niebla.
Nunca sus días en mi corazón.

Como el amor, a la zaga de sus artimañas. Nunca se sabe.
Gatea y sin picar,  entra;  y ahí todos los cristales
rotos y cielos sin imágenes y una esperanza y mil
sueños con palabras. Y entonces, la infinita
marca que nos lleva al siempre recuerdo
del amor que balbucea los nombres
con alma de felino o el tacto de la niebla o la nunca
y delicada faz del olvido. Y vuelta a empezar.





- Recuerdo del virus de la corona.

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