domingo, 16 de julio de 2017

Esta historia de amor de D.José Cadalso, con su nombre propio como todas las historias de amor: vivir es ver volver.  

El rapto de la figura:  María Ignacia Ibáñez.

       - La experiencia amorosa es un impulso hacia algo que él(Patón)denominará Idea.
       - Ante todo el amor se refiere a DOS.
                                                                                                                          Alain Badiou

Nombre el tuyo irresoluto, como el recuerdo, vestido por el tiempo, incandescente, enamorado y víctima, de refilón,  del síndrome de vivir, arrobado
y los sentidos como lluvia en el bosque tropical,
en el silencio de la noche te busca con  palabras de  mármol
tercas como la miel:  eran las tuyas en la boca del deseo que te respiraba
cuando te vivía. Sus miradas, lo sabías, eran libaciones,
cuando el pecoreo, para los néctares de tu corazón;  eran los nutrientes
de la fuerza que lo arrastra donde estas, ajena al contoneo
de la escena donde nombres  y palabras de la imaginación,
en el cementerio, hacen trizas los límites de la razón.

Imagínate, Ignacia, el dolor; sin referencias, más que tu vida,
la suya era un tránsito,  sin camino, en los brazos del amor. Una locura
sin palabras ni sentimientos con el afán único
 de morder, acumulando, un   pasado, el vuestro, que rompía
las fronteras de la vida y  aledaños para encontrar en tus brazos
vértigos de la pasión: cuánto de miles por silencios miles
hizo  los calvarios para llegar  donde nada por todo te redime.

Seguirás como flecha en el corazón del tiempo,
sin el  arquero porque tu muerte es la derrota  que hace
del hombre el pecio embarrancado en la melancolía
de hoy para siempre como lluvia en el bosque tropical,
arrobado y los sentidos como hojas de otoño, húmedas
y ocre para alimentar más que tu cuerpo, la sombra de tu figura.   

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