domingo, 3 de septiembre de 2017

 Versos para el desayuno: el desgarrón del poeta durante  un amanecer clarividente de escritura.







DÁMASO ALONSO.


Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres 
                                                       (según las últimas estadísticas). 


- Mentían las estadísticas,  y el poeta está mal informado: como unidad de destino en lo universal,  Madrid no era un carnero o camposanto en el que reposan cuerpos que reciben la muerte con la dulzura de la inconsciencia.

En aquellos años, desgarrados, en mil novecientos cuarenta y cuatro, Dámaso hizo mal por incluir el pesimismo, la angustia y la desesperación como esencias poéticas en  un libro de poesía. Mejor los sonetos a Jesús Sacramentado, menos complicados y más espirituales para el defensor de la Inmaculada Concepción, el amadísimo  pueblo español. Sin embargo,el insomnio es la niña de los ojos en los  presidios.

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