viernes, 15 de noviembre de 2019










¡A  cántaros! Hoy llueve a cántaros
 las palabras de un poema; y  sus  versos calan
con  ternura  los confines del silencio:
mi alma o la tierra, como esta lluvia
de tormenta, a cántaros, espera, hacia la vida
días de sol con apacibles ensueños
de amor, como  una esperanza.

Agua de lluvia, invernal, un  noviembre
con hambre de nieve y  de vientos sin
corazón.  Agua de lluvia con profusión
de invierno, regalo de los cielos, mis recuerdos
anclados  en los mil nombres que se trenzan
como los ríos que van a dar
a la mar, que es el vivir; mi recuerdos, a dieciséis,
me llegan como esta lluvia, a cántaros.
Y como la lluvia, hacen fértiles mis días,
escasos de luz y de horizonte, como asideras
donde colgar las sombras que escamotean
las dudas de la sequía otoñal.
!Ay, amor! Esta larga sequía otoñal! 

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